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viernes, 22 de febrero de 2019

Mitología española I: Anfisbenas


Animal legendario que se supone habitaba varias regiones de España meridional, Se la describe como un monstruo feroz con forma de serpiente ciega y peluda que habitaba los bosques gaditanos. En Extremadura existe la creencia en la serpiente alicantina, cuya mordedura causa la muerte. Existieron diversas descripciones del alicante como animal real, ponzoñoso y potencialmente destructivo para el hombre a lo largo de los siglos. En algunas regiones se dice también que es capaz de hipnotizar a vacas o a mujeres para alimentarse de su leche. Su ponzoña era tal que se solía decir:

Si te pica un Alicante
Llama al cura
Para que te cante

En Villanueva de los Infantes, en Castilla-La Mancha se conoce otra serpiente conocida como La Alicántara donde se dice que «Era una víbora venenosa que tiene dos cabezas, que una quiere hacer Bien y otra quiere hacer Mal» (C. Villar Esparza, 2004). Esta serpiente tendría dos cabezas en uno de sus extremos lo que las diferencia de las anfisbenas de la antigüedad, que tenían una cabeza en cada extremo del cuerpo. La explicación científica a la presencia de serpientes de dos cabezas es la mutación de la información genética. A estos seres incluso se le añadía un cuerpo intermedio con patas de pollo y en ocasiones un par de alas lo que le daba un aspecto mucho más grotesco y parecido al basilisco. Existió una Fuente de la Serpiente Bicéfala en Casas-Ibáñez, Albacete.
En Cádiz, Málaga, Almería y Granada, especialmente en Baza y Guadix, se teme también a una serpiente a la que llaman el Can, que quizá sea la misma bicha, a la que se relaciona con el reptil del género Blanus (culebrilla ciega) que por su características particulares pertenece a la familia de los Anfisbénidos y de toda Europa sólo se encuentra en el sur de la Península Ibérica. Se decía:

Si el Can viera
Y la víbora oyera
No habría nadie
que al campo saliera

Un caso puede ser el de la Serpiente de Martilandrán que acudía a por leche de una vaca hasta que reventó al hacerla tragar pólvora (J.M. Domínguez Moreno, 1992). El mito se trasladó a América, donde en Méjico se le considera una víbora verde o negra no venenosos que viven en los agujeros de los nopales.

¿Tendrá algo que ver todo esto con la cita de Avieno sobre una invasión de serpientes y el nombre de Ophiussa en la península ibérica?


Villar Esparza, Carlos. Notas de mitología popular manchega, 1996, Revista de Folklore 188.

Villar Esparza, Carlos. Mitología Popular (Campo de Montiel), 2004, Revista de Folklore 282.

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