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miércoles, 22 de enero de 2014

Los primeros alfabetos manuales y educación de sordos. Vicente de Santo Domingo, Pedro Ponce de León, Manuel Ramírez de Carrión, Juan de Pablo Bonet

La dactilología había sido utilizada en las sociedades antiguas en diversos ritos. Plutarco escribe acerca de su uso por ciertos filósofos que "eran conocidos por sustituir las palabras por signos", así como su utilización por sectas judías o monjes que habían hecho votos de silencio.
Las primeras referencias acerca de la enseñanza de sordomudos y que éstos pudieran hablar datan del siglo VII DC, cuando John de Beverly enseñó a hablar a un sordo. Posteriormente Girolamo Cardano (1501-1576) hizo lo propio con un hijo que tenía esta discapacidad. Se atribuye el primer alfabeto manual a Juan de Fidenza y Ritela (1221-1274), conocido como el "Doctor de la iglesia San Buenaventura".
Fray Melchor de Yebra reconoce que Juan Pablo Bonet, militar, pedagogo y logopeda español, tomaría esta información en su libro Reducción de las letras y arte para enseñar a hablar a los mudos, que es considerado el primer libro del mundo para la educación de personas sordas, de fonética y logopedia.
Se considera a Fray Pedro Ponce de León (1520-1584) el primer instructor de sordos, comenzó a ello en 1555 educando a un sordomudo de la familia de Fernández de Velasco, condestable castellano en el convento de San Salvador de Oña (Burgos). Antes que él quizá se adelantase Vicente de Santo Domingo (Domingo de Zaldo), residente en el monasterio logroñés La Estrella, en las cercanías de Nájera. Enseñó "señas ciertas y buenas demostraciones" al pintor Juan Fernández de Navarrete, el "mudo".
Ponce de León, así como los posteriores, Bonet y Carrión enseñaron con métodos dactilológicos o mímicos, labiolectura, representaciones gráficas, además existen indicios de que comenzaran a utilizar el método oralista.
Ponce de León recibió comentarios apologéticos de Ambrosio Morales:
"A todos los hombes doctos pongo por testigos, de lo mucho que Plinio encareciera y ensalzara, sin saber acabar de celebrarlo, si hubiea habido un romano que tal cosa hubiera emprendido y salido tan altamente con ella; y ella es tanr ara, admirable y provechosa, que merece una grande estima."
y del licenciado Laso, contemporáneo de este fraile:
Decir que hombres mudos a natura escriben como vuestra merced y el señor Don pedro, hablen, lean y escriban y se confiesen, y que no les falte ninguna cosa de aquellas de que Natura nos dotó, organizó y perfeccionó, salvo tan sólo el oír, es la novedad tan grande y el casi tan milagroso, que ni leo haberse visto ni tampoco haberse oído, ni fueran testigos parte para hacérmelo creer, ni con haberlo visto y palpado dejo de estar incrédulo para acabar de saber como será posible que se me crea poderlo dar a entender.

Manuel Ramírez de Carrión (Hellín, Albacete, 1579-1652) sigue las enseñanzas de Pedro Ponce de León educando a hijos de nobles castellanos, manteniendo secreto el método. En Zaragoza, Juan Pablo Bonet (1579-1633) publicaba su Reducción de las letras y arte de enseñar a los mudos, primer libro de enseñanza de sordomudos, que se centra en la articulación y alfabeto manual. Se ha dicho que quizá Bonet se hiciera con ciertos manuscritos de Ponce de León que éste guardaba en secreto pero esto no desmerece el hecho de difundir tan importante avance en materia de enseñanza y bienestar de las personas sordomudas por primera vez en el mundo. De esta manera se conoce a este sistema de alfabeto manual, como alfabeto español o internacional.

En recientes investigaciones Gascón y Storch de Gracia (2004, 2006) afirman que el alfabeto de Ponce de León no era el mismo que el publicado por Sánchez Yebra o Pablo Bonet, sino que el de el primero era bimanual (parecido al usado hoy en Inglaterra), Pablo Bonet no se atribuye la autoría del alfabeto. Atribuyen este sistema a Manuel Ramírez de Carrión. Otra hipótesis lo asocia con una forma de comunicarse en la judería de Toledo para evitar conversaciones que pudieran causarles trastornos frente a la inquisición.
La labor de enseñanza fue seguida por otros muchos como Pedro de Castro, fray Diego Vidal Rodríguez, Jacobo Rodríguez Pereira (1715-1780). A éste último se le atribuye la introducción de la enseñanza de sordos en Francia. La Real Academia de Ciencias de París le nombró "inventor del arte (de educar sordos..)".
Las primeras escuelas de enseñanza para sordos nacieron en otros países y España, país que dio origen a este arte de forma individualizada constituyó su primera escuela en 1795, dirigida por el padre José Fernández Navarrete. En 1802 se instituyó la Real Escuela de Sordomudos, admitiéndose posteriormente también la enseñanza de sordomudas.

Obra de Bonet:
"Reducción de las letras y arte para enseñar a hablar a los mudos (1620)

Obra de Ramírez de Carrión
"Las maravillas de la Naturaleza" (1599)

Fuentes:






Referencias:





  • Gascón Ricao, A. y J.G. Storch de Gracia y Asensio (2004) Historia de la educación de los sordos en España y su influencia en Europa y América Madrid : Editorial universitaria Ramón Areces, Colección "Por más señas".Ver reseña
  • Gascón Ricao, A. y J.G. Storch de Gracia y Asensio (2006) Fray Pedro Ponce de León, el mito mediático. Los mitos antiguos sobre la educación de los sordos Madrid : Editorial universitaria Ramón Areces, Colección "Por más señas".


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